Los “buenos” confundidos

Por razones que no son del caso, estos días he tenido ocasión de contactar con algunas instituciones e iniciativas dentro de la Iglesia católica, como la catequesis parroquial, Hogares de Santa María, la Institución Teresina, la Asociación más Futuro (masfuturo.live) de apoyo a las madres en peligro de abortar, además del Opus Dei al que pertenezco. Está claro que es un botón de muestra, pues mi alcance es muy limitado, pero en todas ellas veo la alegría de servir a Dios y a los demás, cada una con su forma de obrar, y todas con la idea de hacer su trabajo sin celotipias, sin importar quien es mejor o peor, pues todos tenemos nuestros defectos y virtudes.

Entiendo que haya personas, a mala idea, que critiquen estas iniciativas y les fastidie, pues su intención no es la de servir precisamente. Pero que haya “buenas” personas que las critiquen igualmente alimentando la confusión que siembran estos primeros, esto ya me es más difícil de entender. Es el caso, por ejemplo, de aquéllos que ven algo oscuro en instituciones, sólo porque se habla mal de ellas. Deberíamos fijarnos más en los frutos de las distintas asociaciones, y no tanto en las críticas, al menos yendo a las fuentes para contrastar.

Así, en el libro Opus, de Gareth Gore, publicado por Editorial Crítica en octubre de 2024 se presenta una imagen falsa del Opus Dei basada en hechos distorsionados y medias verdades como se muestra en el artículo Sobre el libro Opus de Gareth Gore, publicado por Editorial Crítica en octubre de 2024 – Opus Dei. Aconsejo leer este artículo para, al menos, tener distintos puntos de vista.

Y, ¿Cuáles son los frutos del Opus Dei?, podríamos preguntarnos. Creo que son muchos miles de hombres y mujeres -¡familias!- que tratan de ser buenos ciudadanos, que trabajan y ayudan a sus amigos sin hacerse notar, que organizan y promueven obras asistenciales, colegios con buena formación…, siendo responsables los que los promueven, no el Opus Dei como tal, cuya misión es la formación en libertad de sus miembros según su carisma.

A este respecto, si se me permite la comparación de la estructura de la Iglesia con la de un estado moderno, cosa temeraria pero bueno, pienso que las parroquias son como los ayuntamientos, pieza fundamental y casa común de todos los cristianos; después y a la vez estarían otras instituciones de la Iglesia, cada una con su misión particular y todas cooperando al mismo fin, del mismo modo que en el Estado hay asociaciones, ONGs, partidos de diverso tipo, etc. No hablo aquí de las familias, que en ambos ámbitos es la célula básica de la sociedad.

Deja un comentario